AGUA


Voy a contaros la historia de una partitura ancestral
que comenzó con una nota y aún no tiene final:

Yo era una gota de mar, saladita y transparente,
mecida por la suerte a través de la corriente. 

Yo era una gota de mar que sobre las olas paseaba,
hasta que el sol me calentó y casi me convertí en nada.

 Con un millón de mis hermanas, subí al cielo en silencio
y formamos una nube que se la llevó el viento.

Al rozar las altas cumbres, otra vez nos transformamos
y caímos todas juntas y los campos empapamos.

Casi me atrapa una raíz, pero yo logré escaparme,
así llegué hasta el vientre de la fecunda tierra madre.

Por una estalagmita resbalé y caí en un lago puro,
donde por fin di una nota nunca oída en el mundo.

Y así continúa la historia: Por un río llegué al mar,
quizá dentro de mil años me toque otra vez cantar.

Afortunado de ti si la melodía del agua oyes,
envuelta entre destellos pintados de mil colores.


     Manuel J. Rodríguez (Hombreenbabia)




Río de la Alpujarra
Oleo sobre lienzo
Manuel J. Rodríguez


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